30 julio 2006

EL MILAGRO DE DIOS PARA NAAMAN

EL MILAGRO DE DIOS PARA NAAMAN


Vamos a irnos directamente a la palabra del Señor en el Libro de 2ª de Reyes en el capítulo 5.- donde dice lo siguiente:

1Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. 2Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán. 3Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. 4Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel. 5Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel.
Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos. 6Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra. 7Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
8Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. 9Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.

Podemos ver en la lectura de esta Palabra que Naamán, no era un Hombre cualquiera sino que era un general de los ejércitos del rey de Siria, y este hombre había sido vencedor en muchas batallas por la gracia de Jehová Dios ya que era El, el que le entrega las victorias y por esas cosas era muy bien mirado por el rey, era hombre poderoso en extremo. Mas tenía un defecto que no era menos importante que su cargo, era Leproso. Enfermedad que según nos relata la Palabra del Señor eran despreciados todos aquellos que eran portadores esta enfermedad y eran apartados de los demás y también como no declara el libro de Levíticos en el capítulo 13 versículo 3 eran declarados, según la orden que le entregó Dios a Moisés por el sacerdote, impuros. Levíticos 13:3
“ El sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el vello en la llaga se ha vuelto blanco y se ve la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es. El sacerdote lo reconocerá y lo declarará impuro.”
Ahora le quiero preguntar, ¿ cual será su pero ?. Este hombre tenia muchas cualidades, pero era leproso y usted como estará, aunque es hijo de Dios y canta, predica en la calle, visita los enfermos y hace todo lo que un hijo de Dios debe hacer, pero como esta su lepra, como están las obras y los frutos que cada cristiano de be dar.
Pero este hombre pese a su enfermedad, Dios le había enviado la solución a su casa, ya que en uno de esos ataques a la tierra de Israel habían llevado cautiva a una muchacha, la cual fue destinada a servir a la esposa de Naamán. Y esta muchacha como una buena cristiana dando testimonio del Dios grande y verdadero
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3Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Cuantas veces usted ha intervenido como esta muchacha y le ha dicho a la persona que esta angustiada o afligida, que hay un Dios que puede ayudarla y sacarla del hoyo en donde esta sumida, o simplemente se a quedado callado sir ser capaz de dar a conocer al Dios maravilloso al cual usted y yo servimos con todo el corazón, y si así lo ha hecho déjeme decirle que el tiempo que lleva en el evangelio, sea cual sea lo ha hecho en vano.
Este general una vez que escucho esto fue donde el rey y le expuso lo que le habían dicho y solicitó permiso para ir asta Samaria donde se encontraba el Profeta Eliseo, pero el rey equivocadamente envió carta al rey de Israel y esta carta decía lo siguiente:
"Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra. Entonces después de recibir la carta Naamán se arregló, cargando consigo algunos talentos de plata y de oro y también ropa, las cuales sería como presentes para aquel que le había de sanar de la lepra. Cuando llegó a Israel y entrego la carta al rey, este se enfureció, rasgo sus vestidos y declaró que el rey de Siria se estaba burlando de él y dijo estas palabras: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí".
De esta manera nosotros muchas veces nos equivocamos y pensamos que el hombre es el que puede hacer las cosas pero debemos darnos cuenta en la palabra del Señor que se algo se hace a favor de la obra es solamente por pura gracia y misericordia de Dios nada más. Por esto hay hermanos que sino son ungidos por determinados hermanos, no se ungen, siendo que el Poder es de Dios y no de los hombres. Como lo dice Mateo 28:19 “18Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
Sí toda potestad y poder es solo de nuestro Señor Jesucristo, si algo hacemos para El debe ser toda la gloria y suprema alabanza.
Pero cuando Eliseo se entero de esto envió a su discípulo al rey y le mando decir
: “¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.” Esta es una buena actitud de un cristiano, aunque parezca un poco desafiante pero así es el hijo de Dios cuando esta la seguridad del Espíritu Santo en el corazón donde todo lo que pidieres al padre en el nombre de Jesús será hecho. Eliseo le mando a decir esto al rey solamente para que viera que sí hay Profeta en Israel. Y nosotros hemos sido capaces de decirle al mundo que en el Evangelio y en Cristo el Señor esta la Felicidad y la vida eterna o simplemente nos hemos quedado callados por miedo o vergüenza de que sepan que somos Evangélicos, debemos aprender del Apóstol Pablo cuando el dice en Romanos 1:16 lo siguiente:
“16No me avergüenzo del evangelio, porque es poder Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego,...”.

Al escuchar esto Naamán vino con su comitiva y se paró frente a la casa de Eliseo, pensando que este iba a salir a recibirle como a todo un general de los ejércitos del reinado de Siria, mas no fue así sino que Eliseo envió a un mensajero y le dice: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Naamán nunca se imaginó que iba a recibir este trato en la casa de Eliseo, él pensó que la gente de Samaria, al saber que los iba a visitar un General de los ejércitos Sirios le recibirían con honores, a son de trompetas y todas esas cosas, mas no fue así.
Dios siempre nos hace aterrizar de nuestro aire de grandeza para que El pueda obrar en nuestra vida, de otra manera no podríamos ver la gloria de Dios, El nos hace bajarnos de la cabalgadura para recién poder hablar con nosotros al igual como lo hizo con el gran Apóstol Pablo, cuando iba con todas sus ganas de matar a los Cristianos que estuviesen en Jerusalén
, Hechos 9:3-4 dice asi: 3Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?...."
Allí es donde nos quiere el Señor, en la humillación para que El pueda comunicarse con nosotros.
Naamán, nos damos cuenta que no tenia nada de humildad en su corazón ya que cuando el siervo de Eliseo le dio este mensaje él se indigno y reprochó la orden de el Profeta de Dios, fue entonces que dijo:
"He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio?".
Entonces enojado se volvió hacia su tierra, pero una vez más Dios usa a uno de sus criados o siervos para hablarle, aquí nos podemos dar cuenta de que Dios siempre esta usando a lo más bajo para traer bendición a los demás, aquí usa a unos esclavos, a alguien que no tiene la potestad de decidir por si solo, y no puede ir ni venir para donde quiera por que lo manda otro a esos usa Cristo Jesús. La Palabra del Señor nos dice enfáticamente que El escogió lo vil de este mundo y lo necio para avergonzar a los sabios, y lo débil para avergonzar a lo fuerte de este mundo.
Entonces sus criados le dijeron: "Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?".
Aquí vemos algo que muchas veces le pasa al pueblo de Dios, lo que le esta pasando a este hombre. Naamán tenia el milagro en sus manos, solo tenía que humillarse, obedecer y aprender a zambullirse. El profeta de Dios le ordenó que tenia que sumergirse siete veces en el río jordán y sería limpio, pero el milagro ya era suyo, Dios ya se lo había entregado mas él no quería entrar a las aguas de ese río ya que alo mejor decía para sí, “ como es posible que yo que soy un general del Ejército Sirio me sumerja en este río donde vienen todos los desechos del pueblo de Israel, (por que imagino que en esas aguas flotaba de todo) no eso no es para mi ”. el criado allí insistió diciéndolo, si el profeta te mandara a hacer un gran cosa, ¿la harías ?, y cuanto más si te ha dicho ve sumérgete y serás limpio. Allí comprendió este General que era necesario entras a esas aguas quizás todas sucias, pero ahí era donde Dios le había ordenado y también sabemos que en la obediencia esta la ganancia y para ver el milagro hay que obedecer. Naamám entonces se zambulló por primera vez, salio del agua y la lepra aun seguía en su cuerpo, lo hizo la segunda vez al salir aun seguía con lepra y así lo hizo todas las veces que el Profeta le ordenó y cuando se zambulló la séptima vez salio del agua con su carne como la de un muchacho.
Así es que Naamám nos da una gran enseñanza a todo el pueblo de Dios en lo que se refiere a la Humildad y a la Obediencia, entonces debemos saber que el milagro, Dios ya lo puso en tus manos, ya deja de orar por eso que estabas pidiendo por que ya a sido respondido ahora basta que obedezcas a lo que el señor te a dicho y si a la primera vez no te resulta no olvides que hay una segunda y aun es más tenemos hasta una séptima vez para ver la gloria de Dios.
Cuando Elías oró para que lloviese dice la palabra que enviaba a su criado a ver a la montaña si se veian indicios de lluvia y también lo envió por siete veces y a la séptima vez llega el criado y le dice: veo desde la costa como una mano de un hombre cubriendo el cielo, entones Elías supo que la lluvia se acercaba y así pudo advertir a la gente para que se refugiara.
Por eso queridos hermanos debemos esperar en Dios pero con obediencia y completa confianza en El, porque es el quien nos dará la victoria en el momento oportuno, cuando estemos más necesitados allí veremos esa mano divina a nuestro favor.


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